Réplica de un tapiz de seda bordada probablemente originario de Oriente Medio o China. Datado del siglo VII.
El patrón de esta seda consiste en medallones formados por motivos geométricos que enmarcan cabezas de jabalíes.
Las cabezas de jabalí engastadas en círculos de perlas eran un motivo protector importante popular en Irán, Afganistán y Asia Central. En las cuevas budistas de Bamiyán, en Afganistán, se encuentran pinturas que muestran textiles con círculos de jabalí y pavos reales, lo que demuestra la importancia de este tema en los contextos budistas.